Sin lugar a dudas uno de los datos
más inquietantes y sorprendentes de los que hemos tratado hasta ahora, es el
hecho de que el 47’8% de los adolescentes víctimas de Ciberacoso reproduce este
comportamiento. Casi la mitad de los adolescentes que han sufrido Ciberacoso
actúa de igual manera con sus compañeros. A pesar de haber sido víctimas, no han
aprendido nada de nada. Egoísmo puro y duro, no se puede calificar de otra
forma, a parte la evidente falta de educación, responsabilidad y criterio
propio. Falta de personalidad, quizás. Cuando los padres/madres leemos que casi
una quinta parte de los adolescentes han sufrido ciberacoso, deberíamos
preguntarnos: ¿Estamos educando correctamente a nuestros hijos? Los
adolescentes están asimilando el maltrato como una forma de relación válida y
todos/as sabemos las consecuencias futuras que puede tener este tipo de
comportamiento. El maltrato, sea del tipo que sea, por desgracia es una lacra
social que necesita ser tratada de inmediato. La raíz del maltrato la
encontramos en la educación personal recibida. Somos los padres/madres los que
debemos transmitir los valores esenciales a nuestros hijos. El colegio educa
sus mentes pero nosotros estamos obligados a educar sus personas.
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Es la web el Salvaje Oeste para los adolescentes actuales? |
Esta transformación está
provocando una pérdida de los valores personales tradicionales: Amistad, Amor,
Honor, Respeto, Educación, Verdad, etc,… En la actualidad muchas personas han
desechado estos valores por otros con otro cariz muy distinto: Recelo, Egoísmo,
Envidia, Miedo, Ansiedad, Mentira. Y aquí es dónde nos paramos para echarle un
vistazo a nuestra amiga la Web y sus Redes Sociales.
Durante nuestra navegación
tenemos acceso a un número ilimitado de información. Una información que a
pesar de provenir de la red, no tiene que ser verdad. Debemos aprender a
filtrar y contrastar la información antes de darle una mínima veracidad. El
mismo problema nos lo encontramos en las redes sociales. No siempre la personas
que nos encontramos en los perfiles de las redes, son quién dicen ser. El
consejo fundamental para erradicar este problema es: “No agregar a desconocidos
a nuestras redes sociales”. Nuestro círculo de amistades debe ser controlable y
contrastado. Si tenemos unas redes sociales seguras, las probabilidades de que
un intruso nos lastime se reducen considerablemente.
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