Muy lentamente comenzamos el viaje sobre los raíles mientras nuestro tren parece quejarse al lanzar
un agudo silbido. El aire limpio de la mañana
que entra por la ventanilla despeina mi flequillo mientras ojeo el diario. Paso
la página, y Plás!, tropiezo con una de esas desagradables y tristemente cada
vez más habituales noticias sobre redadas policiales contra la pornografía
infantil en la red. Otro triunfo policial contra los ciberdelitos, por suerte cada dia son más. Pero a pesar de aumentar
el número de redadas policiales y denuncias, no hay suficientes policías y
juzgados en el mundo para combatir todos los comportamientos delictivos que se producen diariamente en la red.
Una avalancha de preguntas cae a
plomo sobre mi cabeza. De algunas conozco la respuesta, de otras no. Pero al leer este tipo de noticias lo
que de verdad siento, es indignación. No únicamente la triste indignación que se siente por
los pederastas y pedófilos. Siento indignación y vergüenza ajena por la parte
que nos toca como padres y madres. Puede resultar duro leer estas lineas
pero es una evidente realidad que debemos aceptar.
"Proporcionar a tus hijos el
acceso a Internet sin educarlos previamente es igual que lanzarlos a un mar
repleto de tiburones".
Ante la ausencia de una educación
digital, es responsabilidad de los padres el educar a los más pequeños en el
ámbito #3.0. Educar para prevenir posibles “accidentes” y educar para disfrutar con respeto de la red.
El tráfico de contenidos de
abierto carácter pedófilo es enorme. No podemos dejar entrar a nuestros hijos
en Internet y las Redes Sociales sin proporcionarles una educación al respecto.
Es simplemente sentido común. El mismo sentido común que nos guía en la vida
Offline y que por desgracia, muchísimas personas no lo acaban de aplicar de
igual modo en el mundo Online.
La red no es la culpable de los
comportamientos pedófilos, pero sí los facilita. En Internet los pederastas y pedófilos
se sienten seguros tras el falso anonimato bajo el que actúan. En Internet este
tipo de ciberdelincuentes encuentran a otros muchos “iguales” con lo que la percepción
de la gravedad de sus actos disminuye y se normaliza.
Los padres y madres que estén
dispuestos a involucrarse en la educación 3.0 de sus hijos deben aceptar y
admitir la realidad actual de estos temas en la red. De esta forma aprendiendo y formándonos
es como poco a poco avanzaremos en nuestro camino hacia la seguridad en la red
para los peques.
Recorremos kilómetros entre bosques de pinos y poco a poco, el tren, nos acerca a la costa. El meláncolico aroma del mar recorre el vagón y me hace recordar escenas de pasados veranos. Chu-Chu! Delante nuestro se presenta el primer túnel, tranquilos, es cortito.
-Nos acercamos a una estación!- Se escucha desde las primeras filas. El tren comienza a reducir su marcha por que llegamos al pueblo de "Respeto".
- Coge la cámara y la chaqueta que bajaremos a visitarlo...
- Coge la cámara y la chaqueta que bajaremos a visitarlo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario