“Troll Hunter” es una genial película
noruega perteneciente al género fantástico que fue rodada a modo de falso
documental y se estrenó en el 2010. Hace muchísimo tiempo que no escuchaba
hablar tanto de Trolls, desde que el entrañable David asomaba la nariz por nuestros
televisores. Los Trolls actuales no son de los que van todo el día con el moco
colgando (o si), pero si que son igual de peligrosos. Los Trolls del 2015 viven
en Youtube, tienen la misma hambre devoradora y van mutando conforme se adaptan
a los canales en los que habitan. Autobautizados Trolls siguen el rito de
Trollear, que es burlarse de alguien de forma sarcástica y cafre. En muchos
casos de forma totalmente salvaje, con una falta de educación total, rozando (y
en muchas ocasiones tocando) la apología de la xenofobia, la vulgaridad,
la incultura y la homofobia. Atacando sin piedad a todo lo que resulta
diferente (Como los monos del comienzo de “2001, Una odisea en el espacio”).
Personajes que pretenden hacernos creer que escriben libros sin ni tan siquiera
haber leído uno en su vida.
En casa hace unos meses estalló la
polémica cuando el mundo digital de mi hijo y el mío colisionaron a raíz de su
constante visionado de vídeos protagonizados por “Gamers” en Youtube. Gamers o
probadores de juegos existen desde que existe la industria del videojuego,
mucho antes incluso de existir Youtube. Al principio lo tomé como un
entretenimiento banal y no le presté demasiada atención, pero al ir pasando los
días mi punto de vista cuarentón se fue endureciendo y haciéndose más crítico
hasta llegar a prohibirle la reproducción de este tipo de videos. Craso error,
ya que como todos sabemos, la prohibición genera aun más tentación y deseo. No
llego a entender que tipo de satisfacción puedes obtener de ver un vídeo de una
persona jugando un juego y comentándolo con voz de pito mientras podrías estar
jugando tu mismo. Pero no podemos negar la evidencia de su alucinante poder
global de convocatoria por que los números hablan por si solos. No podemos
negar que, hablando analíticamente ("Mandamiento Marketiniano”), estos señores
arrasan. Con más subscriptores que los grandes equipos de fútbol y más aun que
los grandes ídolos de la música, se pasean por la actual escena de Internet
embolsándose supuestamente unos beneficios que jamás alcanzaría ningún equipo de élite dedicado al marketing profesional.
Actualmente los temidos Trolls comienzan
su invasión del mundo analógico en formatos de libros, cómics y puestas en
escena en teatros (Increíble pero cierto). Evidentemente las rémoras que siguen
a este tipo de fenómenos mediáticos han olisqueado el beneficio económico y
están guiándolos por el buen camino, el camino del dinero. Personalmente pienso
que considerar y difundir este tipo de fenómeno como algo cultural es una
aberración y un intento de legitimizar en modo offline el apoteósico éxito que
han cosechado en la red. Son los nuevos Reyes Midas en formato #3.0. Las
personas de mi generación jamás podrán llegar a entender este fenómeno por
completo, ni tan siquiera lo intentéis, os acabaréis haciendo daño. Gracias a
la televisión, estábamos acostumbrados al encumbramiento de seres completamente
neutros hasta el cielo de los medios de comunicación. Ahora los tiempos han
cambiado y le toca el turno a los personajes surgidos de Internet. Comparto
totalmente con Humberto Eco (Escritor y filósofo italiano) su
opinión de que: "No se puede frenar el avance de Internet" y que
el problema de la Red: "No es solo reconocer los riesgos evidentes, sino
también decidir cómo acostumbrar y educar a los jóvenes a usarlo de una manera
crítica".
He leído diversos artículos sobre el tema
de los Youtubers/ Gamers. Ninguno hacía referencia a los segmentos de edad
sobre los cuales influencian este tipo de “profesionales” de la red. Lo cierto
es que los llamados Gamers de Youtube tienen su público y subscriptores en
franjas de edad realmente bajas, entre 10 y 15 años. Gran parte del éxito de los Gamers a parte de los vídeos, son los comentarios que se alojan en
ellos. Comentarios subidos por los usuarios y subscriptores que no son
regulados de ninguna forma y producen
verdadera vergüenza ajena. Y aquí es donde hemos fallado como
padres. Deberíamos ser nosotros los que filtrásemos todo el contenido basura antes
de que llegue a manos de los pequeños. Es nuestra responsabilidad el educar
sobre el manejo de un Smartphone antes de entregárselo. También es responsabilidad de los papás y de las mamás educar inculcando los valores necesarios para que los peques se comporten
y actúen en las redes como personas respetuosas.
Antes de entrar en disputas familiares
sobre temas que no vamos a llegar a entender y en las que no vamos a sacar nada
en claro, mejor eduquemos a nuestros hijos para que sean personas con criterio
y no se dejen llevar por modas pasajeras o por influencias impuestas de forma
ignorante por las masas. Creo que existe el sentimiento generalizado entre los
subscriptores de este tipo de canales, de formar parte de algo grande,
importante y conocido de forma global. De esta forma ellos también se sienten
grandes, importantes y de alguna forma conocidos globalmente.
No olvidemos que existen más tipos de
Youtubers, no sólo existen los Gamers. Existen personas que realizan un trabajo
realmente bueno y útil relacionado con otras temáticas. En Youtube podemos encontrar canales de tecnología, deportes, música y humor, moda y belleza o contenidos
familiares (Infantiles y consejos para padres). También podemos encontrar
canales con Youtubers y contenidos realmante buenos relacionados con la
educación. Considerar esto una profesión? Es algo totalmente subjetivo. Faltan
muchísimos años para que en este país se alcance el nivel de por ejemplo,
Estados Unidos, donde un grupo formado por los Youtubers más importantes han
llegado a entrevistar al presidente Obama.
Fuentes: actualidad.rt.com/ El País/ Jose Romero