miércoles, 1 de mayo de 2013

Aceptando "Realidades Virtuales".



Muy lentamente comenzamos el viaje sobre los raíles mientras nuestro tren parece quejarse al lanzar un agudo silbido. El aire limpio de la mañana que entra por la ventanilla despeina mi flequillo mientras ojeo el diario. Paso la página, y Plás!, tropiezo con una de esas desagradables y tristemente cada vez más habituales noticias sobre redadas policiales contra la pornografía infantil en la red. Otro triunfo policial contra los ciberdelitos, por suerte cada dia son más. Pero a pesar de aumentar el número de redadas policiales y denuncias, no hay suficientes policías y juzgados en el mundo para combatir todos los comportamientos delictivos que se producen diariamente en la red.


Una avalancha de preguntas cae a plomo sobre mi cabeza. De algunas conozco la respuesta, de otras no. Pero al leer este tipo de noticias  lo que de verdad siento, es indignación. No únicamente la triste indignación que se siente por los pederastas y pedófilos. Siento indignación y vergüenza ajena por la parte que nos toca como padres y madres. Puede resultar duro leer estas lineas pero es una evidente realidad que debemos aceptar.  




"Proporcionar a tus hijos el acceso a Internet sin educarlos previamente es igual que lanzarlos a un mar repleto de tiburones".

Ante la ausencia de una educación digital, es responsabilidad de los padres el educar a los más pequeños en el ámbito #3.0. Educar para prevenir posibles “accidentes” y educar para disfrutar con respeto de la red.

El tráfico de contenidos de abierto carácter pedófilo es enorme. No podemos dejar entrar a nuestros hijos en Internet y las Redes Sociales sin proporcionarles una educación al respecto. Es simplemente sentido común. El mismo sentido común que nos guía en la vida Offline y que por desgracia, muchísimas personas no lo acaban de aplicar de igual modo en el mundo Online.

La red no es la culpable de los comportamientos pedófilos, pero sí los facilita. En Internet los pederastas y pedófilos se sienten seguros tras el falso anonimato bajo el que actúan. En Internet este tipo de ciberdelincuentes encuentran a otros muchos “iguales” con lo que la percepción de la gravedad de sus actos disminuye y se normaliza.

Los padres y madres que estén dispuestos a involucrarse en la educación 3.0 de sus hijos deben aceptar y admitir la realidad actual de estos temas en la red. De esta forma aprendiendo y formándonos es como poco a poco avanzaremos en nuestro camino hacia la seguridad en la red para los peques.

Recorremos kilómetros entre bosques de pinos y poco a poco, el tren, nos acerca a la costa. El meláncolico aroma del mar recorre el vagón y me hace recordar escenas de pasados veranos. Chu-Chu! Delante nuestro se presenta el primer túnel, tranquilos, es cortito.


-Nos acercamos a una estación!- Se escucha desde las primeras filas. El tren comienza a reducir su marcha por que llegamos al pueblo de "Respeto".

- Coge la cámara y la chaqueta que bajaremos a visitarlo...


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